"Es muy relajante", decía ella, cuando pasaba horas ahí, en su escritorio recubierto de papeles, plumas, tinte nogalina, libros y notas...
Ella, gran amiga, escribió uno a uno, todos los nombres de los invitados de mi boda, para poner en las mesas. ¡¡¡Y vaya nivel!!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario